Una tremenda confusión generó el cambio de un cadáver por otro, cuando amigos de Valentín James, de 76 años, quienes querían despedirlo en la Iglesia de Nuevo Colón, se dieron cuenta que ese no era el muerto que esperaban.
Los vecinos de Nuevo Colón se unieron para comprarle el ataúd a James, ya que no tenía familiares en esta provincia. Sin embargo, en la morgue del Hospital Amador Guerrero, confundieron los cadáveres de James y el del ciudadano Tomás Guerrero.
Los amigos de James se percataron del error, cuando una persona quiso que abrieran el ataúd para ver el rostro del difunto, y cuál no fue su sorpresa al ver que no era él. La corredera se formó, ya que la funeraria tuvo que volver a la morgue a buscar al verdadero James. |