Un carro-bomba que estalló en Cúcuta, la principal ciudad de la frontera con Venezuela, causó cuatro heridos y grandes daños a la sede de Radio Cadena Nacional (RCN), además de otra emisora de la Iglesia Católica.
El ataque se registró cuando el vehículo cargado con unos 40 kilogramos de explosivos fue detonado frente a las instalaciones de la cadena radial, en el centro de la ciudad.
El comandante de Policía local, coronel Carlos Barragán, atribuyó el atentado a rebeldes del Ejército de Liberación Nacional (ELN), que tienen vasta presencia en la zona.
Las emisoras sufrieron cuantiosas pérdidas materiales por la onda expansiva, que además provocó daños en un radio de 300 metros a la redonda del centro de esta ciudad, situada a 400 kilómetros al nororiente de Bogotá.
Previamente, guerrilleros del ELN hostigaron la residencia del coronel Barragán.
El presidente Álvaro Uribe pidió a la ciudadanía de Cúcuta y del norte de Santander, que entregue información a la fuerza pública, que permita capturar a los culpables.
Uribe anunció que el jefe de la Policía Nacional, general Teodoro Campo, ha ofrecido cincuenta millones de pesos (unos 18.500 dólares) como recompensa, para quien entregue datos que permitan capturar a los rebeldes que cometieron el atentado. |