"Las mujeres en Panamá perciben menos ingresos que los varones por el trabajo; al analizar el ingreso según el nivel de instrucción se observa una clara discriminación sexual en el trabajo remunerado", según revela el Tercer Informe Nacional "Clara González", Situación de la Mujer en Panamá 2000-2001, presentado en el mes de septiembre por la Dirección Nacional de la Mujer del Ministerio de la Mujer, la Niñez y la Familia, el Consejo Nacional de la Mujer, la Red de Mecanismos Gubernamentales y el Programa Promoción de Igualdad de Oportunidades de la Unión Europea.
Este Tercer Informe, que presenta la intensidad de los cambios en las condiciones de las mujeres panameñas, indica que al analizar el ingreso promedio de las mujeres con educación primaria (B/. 120.60), se observa que sólo representa el 70% con relación al ingreso masculino (B/. 170.50). Si vemos el promedio de ingresos de la población con educación universitaria esta situación se agrava ya que las mujeres reciben el 65.1% del ingreso masculino. Estas cifras denotan una clara división sexual del trabajo y una remuneración desventajosa para las mujeres.
Esta situación está claramente reflejada en el Informe Nacional de Desarrollo Humano de Panamá 2002, presentado por el PNUD, que señala que en cuanto al nivel decente de vida, sobresale la mayor desigualdad entre los géneros, afectada principalmente por los menores ingresos de las mujeres, a pesar de los crecientes niveles de educación y capacitación que exhiben.
La participación femenina en puestos profesionales y técnicos es bastante alta y casi siempre similar a la de los hombres (49.2%), aún cuando éstas perciben menores ingresos por el mismo trabajo. Pero hay poca participación de mujeres en los cargos de representación política, a pesar de que la sociedad muestra un nivel de aceptación favorable al papel de la mujer en los cargos políticos, al tener a una Presidenta de la República.
Esta disparidad pudiera relacionarse con la visión sociocultural, las estrategias de los partidos políticos, y el propio interés de las mujeres por incursionar en estos campos, que hasta ahora se definieron como esencialmente masculinos. |