Durante doce años, los miembros del Grupo de Trabajo de Acción Financiera (GTAF) han trabajado para salvaguardar la integridad del sistema financiero internacional. Han logrado un progreso impresionante al oponerse a las amenazas que plantea el lavado de dinero. Sin la fuerza que dan una ley o un tratado, esta organización ha convencido a otras naciones de que aprobaran leyes y pusieran en vigor regímenes de aplicación para negarles a los criminales el acceso al sistema bancario internacional.
Hoy hay que dedicar esa considerable experiencia a desbaratar el uso indebido del sistema financiero internacional por los terroristas y aquellos que dirigen fondos hacia ellos. La amenaza que plantea el terrorismo al sistema financiero mundial nos demanda un esfuerzo ampliado para combatir el financiamiento del terrorismo y los actos terroristas. Tengo confianza en que el GTAF está a la altura de este reto.
De hecho, el GTAF está en una posición única para enfrentar el reto del financiamiento del terrorismo. Nuestra meta no debe ser menos que desbaratar y eliminar las estructuras financieras que apoyan el terrorismo y sus actos aborrecibles. Para alcanzar este fin, debemos comprometernos a emplear todas las influencias, tanto dentro de los miembros del GTAF como en todo el mundo.
ENTRE NUESTRAS METAS DEBEN ESTAR
Aprobar recomendaciones especiales que establezcan la norma internacional para combatir el terrorismo financiero; Asegurar que no sólo todos los miembros del GTAF, sino todos los países, se coloquen rápidamente en cumplimiento de estas normas. Urjo a este grupo que para el próximo plenario disponga de autoevaluaciones y planes de acción de cada país del mundo.
Informes públicos regulares sobre nuestros éxitos en identificar y emprender acción contra el terrorismo financiero. Emprender acción no es, en sí misma y por sí misma, una medida del éxito. Son los resultados que logremos los que impedirán actos futuros de terrorismo.
El financiamiento del terrorismo constituye un abuso del sistema financiero internacional y repugna a la comunidad internacional. El terrorismo es un intento deliberado de causar lesiones y muertes insensatas, de intimidad a las poblaciones y de hacer que los gobiernos actúen movidos por el miedo. Debemos hacer todos los esfuerzos para erradicar esta amenaza. Desde los trágicos acontecimientos del 11 de septiembre, me complace que más de 150 países hayan expresado su apoyo a la lucha contra el terrorismo financiero. Más de 80 países, inclusive muchas naciones representadas aquí, han establecido órdenes de bloqueo para congelar bienes terroristas. |