Para el panameño es muy difícil de entender que los días malos no son los que han pasado, sino los que están por venir. Y no se debe entender este planteamiento como una visión negativa de la vida. Es la pura verdad.
Lo que está ocurriendo en el mundo es inédito, es decir, hasta ahora no había ocurrido nada igual. Al menos no en la era moderna. Se requiere una estricta visión de conjunto para entender que los esquemas hasta ahora conocidos están tambaleándose y, al menos que se dé un movimiento genial y profundo, toda la cultura conocida y que soporta el mundo occidental, podría cambiar radicalmente.
Pero el panameño dice que "ya lo hemos visto todo" y que "si sobrevivimos la crisis de los ochenta podremos sobrevivirlo todo". Muy pocas personas entienden que lo que ocurrió en Panamá hace 15 años pasó únicamente aquí en el país, y ahora es el mundo entero el que tiembla.
Y es por esta visión estrecha que muy poca gente se está preparando para la crisis, y mantienen su estilo disipado de vida, despilfarran, no ahorran, no cambian hábitos de consumo absurdos, y no dan los pasos necesarios para sobrevivir en los peores momentos. Mucho cuidado, panameños, que están cogiendo los mangos bajitos y las consecuencias serán imprevisibles. |