Policías antimotines controlaron ayer la segunda rebelión en 24 horas en un presidio de la ciudad brasileña de Recife (noreste), donde murió un reo y otros 40 resultaron heridos, 10 de ellos de cuidado.
Las autoridades penitenciarias explicaron que unos 2.000 de los 3.900 reclusos exigen mejoras en sus condiciones de reclusión y que protestaban por el traslado de un reo.