El Real Madrid se impuso 4-1 al Osasuna por tercera temporada consecutiva en Pamplona y, al menos en lo referente al marcador, lo hizo de una forma rápida y apabullante.
Cuatro goles de Ruud Van Nistelrooy, de ellos tres en el primer tiempo, liquidaron las opciones de un Osasuna voluntarioso, pero afectado por una crisis de juego, confianza, suerte y resultados tan notorios, que al Real Madrid, aseado y efectivo, le bastó con echarse en brazos del ariete holandés.
Osasuna abordó al Real Madrid con las debidas precauciones y un respeto que, acentuado o no, le impidió sacar provecho de las buenas aproximaciones por banda urdidas por Valdo y, sobre todo, de Delporte.
Valdo descontó por Osasuna.