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Por: Milcíades Ortíz | Catedrático

El Cholito Mesero del viejo café de Santana "me tomó" el pelo. Muy reído dijo: "ustedes los periodistas deben ser considerados expertos en limpieza". Claro que puse cara de "no saber por dónde andaba tabla" con esa ocurrencia del más bellaco de los meseros panameños.

Chupando la boca y con sonrisa triunfal aclaró: "es que todo el mundo se quiere limpiar con los periodistas cuando algo malo ocurre en el país".

Medité unos segundos y tuve que darle la razón al famoso mesero de Santana.

Aquí en Panamá y en otros países del mundo, a los periodistas nos acusan de lo malo que ocurre, por el hecho de ser nosotros los que lo hacemos público.

En mis primeras clases a los novatos estudiantes los impacto diciéndole: "El mal médico, entierra sus errores... el mal abogado, mete preso a sus errores... y el mal periodista hace público sus errores y todo el mundo se entera".

Existen profesionales buenos, malos y feos en todos los oficios. Pero en algunos apenas se conocen sus bellaquerías.

"No meto la mano al fuego por mis colegas", advierto. Sin embargo no acepto que "todos" los hombres de la pluma son negativos.

Dicen que el periodista es el moderno historiador de las sociedades. Conozco historiadores que buscan en los periódicos materia para su estudios.

Revisar viejos periódicos es conocer lo que sucedía en el pasado. He allí uno de los aspectos más importantes de este oficio.

Reconozco que es una profesión con una imagen que a veces no es buena.

Recuerdo que hace años fui a entrevistar a un funcionario muy importante. Me dijo que no daría entrevistas "porque los periodistas cambiábamos las palabras".

Molesto pregunté su oficio. Orgulloso dijo que era "abogado". Reído le dije: "¿abogado? Qué barbaridad. Trabajé cerca de ellos cinco años y a veces no sabía quién era más maleante: si el abogado o el detenido".

Saltó en su silla y replicó: "yo no soy así". Con risa triunfal agregué: "yo tampoco soy de esos periodistas que Ud. mencionó". Me levanté de la silla y me fui sin entrevistarlo.

No me arrepiento de haber estudiado Periodismo, aunque no tuve el respaldo de mis padres. Ellos consideraban que debía ser abogado, arquitecto, etc. "algo más serio y de acuerdo con tu inteligencia".

Como yo, todos los años centenares de jóvenes van a las universidades a estudiar Periodismo. ¿Algo bueno debe tener la profesión, verdad?



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