Hace algunos meses atrás se celebró en la ciudad japonesa de Kyoto, un congreso a nivel internacional, concerniente al control del medio ambiente. Los habitantes del mundo saben a ciencia cierta que nuestro destino pende de un débil y delicado hilo, por la acción descabellada del ser humano, empeñado en hacer de la natura el horroroso infierno contaminado de cuanta impureza existe. Los autos expiden monóxido de carbono al medio, las fábricas el smock y el hollín y hasta nosotros en el proceso de respiración nos comprometemos en parte con su contagio. Este maravilloso planeta donde tenemos nuestras pertenencias, nos conviene desintoxicarlo, para conveniencia de todos sus huéspedes.
Los pueblos son conscientes, también sus gobiernos que el humo desordenado vagando por el planeta en diminutas partículas llamadas smock, constituyen una ofensa mortal para los humanos, plantas y animales. En Panamá tenemos instituciones como la A.N.A.M., el Ministerio de Salud y las corregidurías, todas ellas comprometidas con la pureza del medio, pero ¿lo estarán haciendo bien? El Presidente de la República ha declarado que el gobierno va a estar en la comunidad, evaluando sus necesidades, junto al vecindario que lo eligió, idea brillante. Los funcionarios de las instituciones antes mencionadas deben justificar sus trabajos visitando las comunidades. Muchas fábricas no cumplen con lo requerido por la ley en cuanto a la altura de las chimeneas y la tenencia de los respectivos filtros, perjudicando notoriamente a los que vivimos en esas áreas, Juan Díaz es una de ellas.
El funcionario contemporáneo no es para estar en el cubículo refrigerado, es de urgencia que salga a detectar los problemas onerosos que gravitan sobre las comunidades indefensas. Somos humanos, sentimos al igual que los demás, tenemos pulmones de carne no de acero y no resistimos más esta forma de vida. Si el mundo civilizado está capitulando frente a los estragos mortales del hollín, es posible que acá no nos demos cuenta por la maldita ceguera que sufrimos. Si el humo del cigarrillo hace daño, cuán grande será el que produce la bocanada de una colmena... ¡Cuidar el ambiente, ese es nuestro trabajo!