El cuartel general establecido por las fuerzas militares estadounidenses en la ciudad iraquí de Faluya fue blanco de un fuerte ataque por parte de grupos de insurgentes.
Se informó que la ofensiva contra los soldados estadounidenses parece haber alcanzado el perímetro de la base. Las tropas tuvieron que pedir apoyo aéreo para proteger el lugar y que los infantes de marina se han tenido que enfrascar en combates casa por casa para eliminar el fuego enemigo.
Las fuerzas estadounidenses bombardearon y cañonearon el jueves con gran intensidad el flanco meridional de Faluya, donde los soldados intentan acorralar a los insurgentes en una estrecha franja en el cuarto día de la ofensiva.
Los militares estimaron que unos 600 insurgentes han muerto en la ofensiva, pero reconocieron que la exitosa toma de la ciudad no logrará desarticular la insurgencia iraquí.
Dieciocho militares estadounidenses y cinco soldados iraquíes han muerto en combate en la ofensiva.