Diego Armando Maradona, seleccionador nacional de Argentina, llegó la tarde de ayer al aeropuerto Barajas de Madrid, para empezar a preparar el partido que el sábado enfrentará a su selección con la de España y no quiso hacer declaraciones.
Maradona, vestido con el chándal oficial de la selección argentina, llegó a la capital española con una hora de retraso en un vuelo procedente de Buenos Aires, acompañado de su equipo técnico. A su salida fue escoltado por la Policía y no se detuvo a saludar a las decenas de aficionados que le esperaban.
El astro argentino se mostró muy serio a su llegada al aeropuerto Barajas de Madrid y sólo cambió su gesto y se mostró algo cercano, una vez estuvo a bordo del autobús de la Selección Argentina, cuando dedicó algunas palabras a los aficionados que le pedían un autógrafo.
Antes de su llegada, por el aeropuerto fueron desfilando algunos de los jugadores argentinos citados para el partido, como Esteban Cambiasso, procedente de Milán, o Martin Demichelis, que llegó desde Munich, y quienes esperaron al seleccionador en el autobús, antes de partir hacia su hotel de concentración, en la zona norte de la capital. Los futbolistas que militan en clubes españoles se irán incorporando a la selección albiceleste en función de los enfrentamientos de sus equipos en la Copa del Rey.