La alta dirigencia del PRD dio ayer el adiós terrenal a su copartidario Manuel Solís Palma, en medio de la polémica porque el Gobierno del presidente Ricardo Martinelli no decretó día de duelo nacional.
El homenaje póstumo a Solís Palma se inició en la sede del partido en Avenida México con reconocimiento a su trayectoria política y como funcionario. Terminados los actos en la base perredista, Mitchel Doens, Reynaldo Rivera, Francisco Sánchez Cárdenas y Balbina Herrera, y una comitiva de diputados y representantes de corregimiento electos, entre otros dirigentes del partido, iniciaron una caminata hasta la Iglesia Catedral.
El presidente Ricardo Martinelli y el vicepresidente, Juan Carlos Varela, llegaron a la Iglesia a dar el pésame a los deudos de Solís Palma y también saludaron a los miembros del CEN del PRD.
Martinelli lamentó la muerte de Solís Palma, pero declaró que no se decretó día de duelo nacional porque el perredista, a pesar de ocupar el cargo de forma provisional la Presidencia, no fue electo en las urnas.