Payasos, risas, luces y colores nos dan la bienvenida a un mundo falsamente maravilloso, lleno de transparente magia y en donde nuestros sueños de seguro morirán.
Todo esto y más lo podremos encontrar en un circo que utiliza animales como piedra angular para un espectáculo donde lo que abunda es la falta de talento humano.
¿Pero es esto sólo la expresión de una persona obviamente en contra de la crueldad con los animales o es el pensamiento de alguien preocupado por el rumbo del mundo? Es decir, ¿qué tiene de malo que la familia se divierta sanamente viendo un espectáculo con animalitos? Si se ve que los tratan con "cariño", los "bañan" y los "alimentan", ¿qué más necesitan? Oh sí... tal vez sólo un poco de sobreestimada "libertad."
Pero ¿serán sus cadenas de hierro más fuertes que nuestras cadenas invisibles? Seremos capaces de romperlas algún día o estamos condenados a seguir con nuestros instintos de salvajismo. Quizás nuestros genes de "opresión" nos incitan a esclavizar y debido a que hacerlo con otras personas está prohibido, entonces nos vemos en la necesidad de utilizar animales como placebo.
Y es que cuando llevamos a nuestros hijos a presenciar este tipo de espectáculos, no sólo contribuimos a la barbarie, si no que les mostramos que somos una especie condenada; que no importa cuanta tecnología poseamos, cuanta sofisticación logremos alcanzar, cuanto raciocinio creamos tener; nuestro principal instinto es la destrucción.
No nos basta con acabarnos unos a otros, si no que extendemos nuestro irracional odio hacia toda especie que tenga la tonta idea de querer compartir éste planeta con nosotros y buscamos cualquier medio para lograrlo; así esté lleno de risas, luces, colores y payasos.
Lo que vamos a ver no son animales exóticos haciendo "actos divertidos", que personas ambiciosas y sin escrúpulos les obligaron a aprenderse, lo que presenciaremos es la muestra más colorida de que en el mundo el único animal que se divierte con el sufrimiento de otro es el hombre.