El fenómeno del niño se está reflejando con una disminución de las lluvias en la región de Azuero, específicamente en el Arco Seco, por ello, los productores de provincias centrales se preparan, junto al Instituto de Investigación Agropecuaria de Panamá (IDIAP), con cuatro alternativas de alimentación animal como recursos forrajeros tales como:
El uso de la caña de azúcar como fuente de forraje durante el verano: esta técnica tiene múltiples ventajas, ya que produce mucho forraje por unidad de superficie, de 80 a 100 toneladas por hectárea, no necesita ningún proceso de conservación y en el verano adquiere mayor valor nutritivo.
El uso de pasto de corte, es otra de las alternativas viables, sin embargo, el productor debe disponer de un sistema de riego para aprovechar la cantidad de veces que se puede cortar el pasto.
El ensilaje (preservación) de maíz, es otra de las opciones que tiene el productor, viable para fincas con mayor producción de leche.
La producción de pacas de heno, la cual puede desarrollarse a través de equipo agrícola o manual. Según el doctor Domiciano Herrera, investigador del IDIAP, el primer paso es producir y disponer de recursos forrajeros; sin embargo, hay que tomar en cuenta a qué tipo de animales estamos alimentando, ya sea vacas para producción de leche, novillas, o machos en crecimiento o ceba; el aporte nutricional del forraje y sus limitantes.
El IDIAP también cuenta con tecnología de suplementación con sal proteinada, durante el verano, ya que permite no solo evitar que el animal pierda peso, sino que gane peso durante el verano. Un animal alimentado con forraje y sal, aumentará su peso.