Voces de alerta e intercambios de e-mails entre padres de familia en Estados Unidos han surgido en el último mes, ante la aparente llegada a ese país de un nuevo alucinógeno, cuyo uso comenzó hace más de 10 años entre los niños callejeros de Zambia, y que se hace de agua de alcantarillas fermentada.
El Jenkem, o Jekem, es un gas que produce fuertes alucinaciones visuales y auditivas apenas 10 segundos, luego de ser inhalado. Según la organización no gubernamental Fountain of Hope, el Jenkem fue descubierto en las calles de Lusaka, Zambia, como sustituto de otras drogas baratas como el pegamento y la pintura.
Se ha reportado que la droga es creada vertiendo aguas residuales (mayormente compuestas de heces y orina) dentro de una botella dejada al sol hasta que el líquido fermente. Los gases después son inhalados y causan inconsciencia durante unos segundos, y luego alucinaciones que pueden durar hasta una hora.