Por su parte, Monseñor José Domingo Ulloa, secretario de la Conferencia Episcopal, hizo un llamado a ambas partes (Gobierno y médicos) para que lleguen a un entendimiento pronto, y le den a los panameños humildes la oportunidad de recibir una atención médica.
Al ofrecerse a nombre de la Iglesia Católica como mediador ante esta situación, Ulloa, destacó que es necesario que se piense en la humanización de los servicios y, por ende, ofrecerle a la población lo mejor al momento de acudir a buscar ayuda a un centro médico público. Los que utilizan a diario los servicios públicos de salud, no se quedaron atrás, y Roger Barés, presidente del Comité de Protección a Pacientes y Familiares, destacó que los pacientes son los más afectados con el paro médico y no descartó un paro de parte de los usuarios del sistema público de salud en contra de la medida asumida por los médicos.