Presuntos agresores suicidas de Al Qaeda perpetraron ayer un devastador ataque contra un complejo residencial de extranjeros árabes en Riyad, matando a 11 personas, entre ellas cuatro niños, y dejando 122 heridos, según la agencia estatal oficial SPA.
La inmensa explosión en el complejo de Muhaya, en el oeste de la capital de Arabia Saudita, se registró después de que las naciones occidentales emitieran nuevas alertas de seguridad sobre terrorismo y Washington cerrara sus misiones en el país, el mayor exportador de petróleo del mundo.
"Los atacantes se introdujeron en el complejo tras disfrazarse de guardias de seguridad sauditas. Llevaban uniformes de seguridad y entraron con un vehículo similar al utilizado por la policía", dijo una fuente de seguridad. Un diplomático confirmó la información. La fuente de seguridad dijo que al menos hubo dos atacantes.
Los suicidas se introdujeron en Muhaya y detonaron al menos un coche lleno de explosivos. La mayoría de los residentes eran familias de clase media procedentes de Egipto, Siria, Líbano, Jordania y los territorios palestinos. "Es un crimen contra inocentes. Es una operación de Al Qaeda.
Es una operación suicida", dijo una fuente de seguridad. La agencia SPA citó a un responsable del Ministerio del Interior diciendo: "Once personas han muerto de Arabia Saudita, Sudán y Egipto, entre ellos cuatro niños".
Diplomáticos occidentales habían dicho que la explosión, que coincidió con el mes sagrado del Ramadán, había matado entre 20 y 30 personas y que unas 100 resultaron heridas.
Funcionarios libaneses dijeron que tres compatriotas habían muerto y la agencia oficial egipcia MENA dijo que una pareja egipcia y sus dos hijos habían fallecido en el suceso.
Un corresponsal de Reuters en el lugar relató: "Vi dos cadáveres: uno era trasladado y el otro yacía en la hierba del complejo. Paredes completas de las 200 casas estaban destrozadas y los cristales cubrían el complejo". |