Un ex salonero del desaparecido hotel Caesar Park, inválido desde hace 3 años tras ser atropellado por un conductor que se dio a la fuga, pide ayuda para encontrar un trabajo.
Rolando Norris, de 40 años, acude todos los sábados, apoyado en un viejo bastón, a una iglesia donde ocasionalmente le brindan un apoyo económico.
El vecino de Veranillo, en San Miguelito estuvo nueve meses internado en el Hospital Santo Tomás. "Si no morí, es porque Dios es grande", contó Norris, quien fue arrollado en la vía Tumba Muerto.
Dijo que después del accidente ninguna empresa le quiere dar trabajo, pero no se rinde y sale a hacer cualquier "camarón".
Y es que tiene dos razones para seguir viviendo, según dijo: sus hijos.
"Le pido a las instituciones oficiales y privadas que me den la oportunidad de ganarme la vida dignamente con un trabajo manual".