La violencia gana nuevamente la batalla y continúa en aumento, aunque los índices de criminalidad estén disminuyendo.
Prueba de ello es el homicidio del colombiano Fernando Reyes Herrera, de 53 años, quien murió de un disparo en la cara, a la altura del labio superior, aproximadamente a las 6:00 de la mañana de ayer, miércoles.
El cuerpo sin vida de Reyes fue encontrado por la policía de Pacora, tirado de medio lado, con un brazo extendido, ensangrentado, vistiendo un pantalón negro y una camisa blanca.
La agonía de la muerte encontró a Reyes en el piso frío de un pequeño pasillo en la parte del frente de la cocina de la Iglesia Faro de Luz, ubicada en la comunidad de San Diego, en el corregimiento de Pacora.
Vecinos del lugar dijeron haber escuchado varias detonaciones, y cuando por fin se atrevieron a salir de sus hogares, encontraron a Reyes ya sin vida.
Las primeras investigaciones sobre este homicidio son adelantadas por la Policía Técnica Judicial y las de la Dirección de Información e Investigación Policial (DIIP), pero hasta la fecha no hay sospechosos, ni detenidos.
La Fiscalía ordenó el levantamiento del cadáver y el traslado a la morgue judicial.