La etapa dentro del proceso de concertación que quedará sellada con el evento de clausura el 6 de noviembre, representa un paso gigantesco en la dirección correcta; significará el mejor regalo que podamos ofrecer los panameños a la Patria.
La urgencia de este gran acuerdo social, que planteamos con responsabilidad y contundencia desde mediados del año pasado, está para quedarse. Primero como presidente de Apede, luego al frente de "Asi Si", planteábamos la urgencia para los panameños de decidir nuestro futuro, entre todos; señalábamos que la impronta histórica estaba en esa responsabilidad; que mirábamos la necesidad de la ampliación del Canal como un hecho objetivo, pero que lo importante no era tanto ampliar, sino tener claro para quién ampliábamos, pensando en los pobres y marginados; y que era necesario poner una etiqueta social a cada centavo de los aportes canaleros, para resolver el gran problema de Panamá, cual es la pobreza y la desigualdad.
Enhorabuena, otros apoyaron con firmeza nuestra iniciativa, la convocatoria fue amplia, se convirtió en un gran clamor nacional, y el presidente Torrijos llevó a cabo la convocatoria un 16 de agosto del año pasado.
Concluida esta primera gran etapa, la validación más importante ahora será la del pueblo panameño, por lo que toca ahora a los representantes de todos los sectores dar a los acuerdos la mayor difusión.
Los dirigentes politicos y sus respectivos partidos han de respetar los resultados de este proceso de cohesión social. Estos compromisos han de constituir el parámetro y enmarcar cualesquiera planes de gobierno, de las distintas propuestas de candidatos presidenciales, alcaldicios y a diputados.
El tema, repito, esta para quedarse, pues la ciudadania lo ha hecho más suyo que nunca antes, como debe ser y, al final, en el tiempo, enrumbando una senda sin corrupción, lograremos la gran meta del bien comun.