Por razones muy delicadas de salud y en consecuencia por rigurosas exigencias de los médicos tuve que renunciar a meterme en el importantísimo problema de la Caja del Seguro Social. Por otra parte tanto el Comité Ecuménico de Panamá, del que soy presidente, como la Conferencia Episcopal de la Iglesia Católica, fueron nombrados como garantes del Diálogo Nacional sobre el tema. En semejantes circunstancias asumió como su presidente encargado del Comité Ecuménico, el Obispo Pablo Morales, de la Iglesia Evangélica . Por eso he tenido que intervenir muchas veces, junto con otros miembros del Comité en el Diálogo.
Como suele suceder en estos casos, los diferentes grupos han querido tener siempre a los garantes de su parte. En las primeras semanas se acusó al Comité Ecuménico de estar con FRENADESSO, porque se reunió varias veces con ellos y no con los otros grupos. Luego, cuando el Comité manifestó en algunas circunstancias, ciertas coincidencias con el Gobierno o con otros grupos del diálogo, se le acusó de alianza con el poder. Y por último el vocero del FRENADESSO atacó e irrespetó personalmente al obispo Pablo Morales tachándolo de falso profeta irónicamente con una gran falsedad.
Dijo el atacante que el obispo sabía de una "reunión secreta" de los partidos del Gobierno en el diálogo, dando a entender con ello que era un encubridor de algo que no era adecuado. Aclaramos que el obispo no fue invitado y se enteró de la reunión el domingo en la noche por la televisión. Por esa razón presentó con disgusto su queja a los representantes del Gobierno.
El Comité Ecuménico se siente con el deber de defender al obispo Morales porque conoce su trayectoria. La respuesta que él dio a sus atacantes fue profundamente cristiana y en lugar de entrar en dimes y diretes se atiene al juicio de Dios, que es el único a quien no se puede engañar ni manipular.
Nos solidarizamos, por lo tanto con el buen amigo y hermano Pablo Morales y le recordamos que cuando alguien de la Iglesia toca ciertos temas que rozan con la política, hay que estar dispuestos a sufrir ataques. Es la experiencia de todos los tiempos. Y con esto no decimos que los eclesiásticos siempre estamos en lo correcto. Como seres humanos nos podemos equivocar y de hecho nos equivocamos.
En el diálogo por la Caja del Seguro Social, el que no haya cometido errores que tire la primera piedra.