Un accidente de tránsito le cambió la vida a Lizneth Rodríguez, de 25 años, madre de 2 niñas, de 5 y 6 años, respectivamente.
Está postrada en una cama, sin sustento para mantener a su familia e ignorada por la persona que la atropelló el 14 de julio del 2009, quien nunca estuvo preso "porque no la mató".
LOS HECHOS
Lizneth trabajaba como empacadora de piña en Llanito Verde, corregimiento de Iturralde, en La Chorrera, lugar donde reside, pero como estaba de vacaciones el día del accidente salió con su sobrina a cobrar chances de lotería.
Desafortunadamente, a orillas de la carretera un carro se les fue encima y las lanzó a una cuneta. Lizneth, producto del fuerte golpe, perdió el conocimiento durante 3 días.
Hasta el momento, Lizneth ha sido operada 3 veces en sus partes íntimas, ya que fue en esa área del cuerpo y en la pierna izquierda donde fue lesionada mayormente. Poco a poco se ha ido recuperando.
EL CONDUCTOR
Ella conoce a la persona que la atropelló, quien ha sido identificado con el nombre de Joel González. El mismo vive cerca de la casa del papá de Lizneth, y en ningún momento ha dado la cara para enfrentar su responsabilidad.
FRUSTRACION
Un sentimiento de frustración e impotencia invaden a la joven mujer por la poca importancia que las autoridades le han dado a su problema. Cuando preguntó por qué la persona que la atropelló no había sido detenido, en el Tránsito le respondieron que porque no la había matado. Ella pide justicia.
La situación de Lizneth es caótica. Ella vive ahora con su hermana Ana, quien es madre de 3 hijas, y ha tenido que dejar de trabajar para cuidarla. Sólo dependen de la caridad de algunos amigos que eventualmente hacen actividades como bingos para ayudarlas.
En casa de su padre tiene un pequeño lote cedido por su progenitor para construir un cuarto donde ella pudiera vivir con sus dos hijas, pero a raíz del accidente su deseo de tener un lugar independiente no se pudo concretar.
DURA SITUACION
Producto de las operaciones que Lizneth ha tenido, le debe al Hospital Santo Tomás B/.7,500.00, a los cuales sólo ha podido abonar B/.200.00, los que pagó para poder salir.
Para ir a las citas médicas, Lizneth debe hacerlo en una ambulancia, porque sus condiciones físicas no se lo permiten. También necesita una cama especial porque la que tiene le ocasiona fuertes dolores de espalda y muchos calambres.
Esa humilde mujer cifra todas sus esperanzas en la persona del ministro de Desarrollo Social y diputado de La Chorrera, Guillermo Ferrufino, y del presidente Ricardo Martinelli, para que le ayuden con la construcción de su casa y en la educación de sus hijas.
Roberto Rodríguez, propietario de un busito, aseguró que su vehículo también fue impactado por el carro que atropelló a Lizneth, y le dañó la lámpara y la defensa, cuya reparación le costó B/.1, 200.00, "y todavía estamos esperando la resolución del Tránsito".