Con la inocencia reflejada en sus pequeños rostros, pero con sufrimientos acumulados de quien ha vivido 100 años, partieron sin oponer resistencia hacia lo que para ellos sería un futuro novedoso, pero incierto.
Eran seis niños de raza indígena, cuyas edades oscilaban entre los cuatro meses y los 11 años, los cuales vivían solos en una paupérrima vivienda localizada en Las Garzas, del corregimiento de Pacora.
Dentro del maloliente espacio que ellos llamaban "casa", el mayor de ellos era quien llevaba las riendas del hogar, pues su madre, quien trabaja como doméstica en el corregimiento de Chilibre, sólo los visitaba los sábados para retirarse los domingos en la tarde.
Gracias a la caridad de los vecinos que en múltiples veces los auxiliaron, los niños salían adelante.
Una de las niñas, de un año y cuatro meses, permanecía amarrada con alambres a un tubo.
Fue una llamada presuntamente hecha por el padre del menor desde la provincia de Chiriquí, la que alertó a las autoridades sobre la situación de los niños.
A la 1:45 de la tarde de ayer, martes, funcionarios del Ministerio de Desarrollo Social, la Defensoría del Pueblo, y la Policía de Niñez y Adolescencia de Torremolinos en la zona Metro Este, montaron el operativo para conducir a los niños de 11, 7, 5, 3, 1, y cuatro meses hacia un albergue.
El caso está bajo investigación.