Recientemente, un colega me contaba en secreto lo decepcionado que se encontraba por no poder hallar pareja. "¡Chuleta! -me decía- hace rato que no levanto ni la sospecha." Luego de hacerme un recuento de la larga lista de mujeres que lo rebotaban, me invitó a que llegáramos a un bar para ver si encontrábamos chicas.
"No hace falta", le contesté. "Si llegamos a cualquier bar, aunque sea de mala muerte, te van a rebotar también. Y cuidado que más duro".
-¿Cómo así? - dijo mi amigo.
-Nada más mírate, por favor.
Lo hice pararse frente al espejo, y aún no comprendía lo que pasaba. Lo que le pasa a mi querido colega es un problema que millones de hombres en todo el mundo también padecen, y al igual que muchos drogadictos o alcohólicos, no saben reconocer que tienen un problema.
El hombre veía al espejo el mismo individuo que todos los días. Pero ante los ojos de una mujer, se trataba de un ser repugnante: Se le notaba que llevaba al menos 3 días sin bañarse, porque el rostro le brillaba por el sudor. La camisa -con manchas de sus comidas más recientes- estaba empapada en sudor viejo. Obviamente que el hombre tenía un olor a agrio.
Y eso no era todo. El cabello estaba todo pegajoso y desaliñado, en el ojo derecho se le veía una lagaña.
Le dije: "sonríe", y cuando lo hizo se asomó entre sus dientes una cáscara de poroto, lo que revelaba que tampoco se ha lavado los dientes en buen rato.
Podría continuar con sus zapatos llenos de polvo y su correa a punto de romperse, pero creo que ya tienen la idea de qué era lo que le sucedía a mi amigo.
Señores: para ser agradable a las mujeres o a cualquiera, hay que presentar nuestra mejor cara. Y esto implica preocuparse por nuestro aseo personal, nuestro vestuario y nuestra proyección. Panamá es probablemente el mejor lugar del mundo para comprar ropa, así que un bolsillo poco profundo no es excusa. Y mi amigo no es ningún limpio tampoco.
Por el amor de Dios, báñese todos los días. Esto no es solo un asunto de higiene, sino también de salud. Una persona descuidada no proyecta estar en buenas condiciones ni físicas, ni mentales. Parece un piedrero. Y ninguna mujer en sus 5 sentidos le gustaría andar con piedreros.
La buena presencia influye no solo en lo amoroso, sino también en lo profesional. Mucha gente desaliñada con extraordinarios currículums son pasados por alto en las entrevistas. Esto es una realidad que en un país como Panamá, en el que muchos viven de las apariencias, es más patente.
No seamos superficiales, pero tampoco descuidemos nuestra imagen.