EDITORIAL
Pacto Etico Empresarial
En un momento preciso las diferentes estructuras que competen el sistema de nuestra nación, esos componentes que hacen mover el engranaje haciendo rodar la economía, buscan limpiar el cristal empañado para promover el Pacto Etico Empresarial de Panamá, cuyo objetivo es ubicarnos en un renglón que solo pisan países desarrollados.
La fiebre de promover valores corporativos sanos que desenvuelvan a los entes pensantes involucrados nos tocó para bien. Ahora, existe un grupo de empresarios empeñados en lograr la medalla de oro en cuanto a los principios básicos de las estructuras funcionales de las compañías, ya sean chicas o grandes.
A través de este Pacto, se intenta dar continuidad a valores reales ya arraigados dentro de cualquier principio que sirvan de referencia para que las empresas se manejen respetando una conducta ética empresarial. Es fundamental, dentro de toda compañía, adoptar los nuevos esquemas que buscan mayor efectividad del ciudadano corporativo, el cual a corto plazo recibirá el respaldo apropiado de sus asociados, clientes o usuarios. Es la transparencia con que se manejen la que fortalecerá una honorable trayectoria y un prestigio de honestidad e integridad.
La clase social debe poner de ejemplo que un nutrido grupo de empresarios busca salvaguardar el futuro de la nación, aplicando mecanismos de consulta participativa donde las conductas fraudulentas no tienen cabida, sobre todo porque está plasmado en blanco y negro que no se puede participar de un plan para estafar a persona alguna en cuestiones de dinero, posesiones o la prestación honesta de servicios.
El país está dando un gran paso. Es tiempo de seguir la huella que nos conduzca por el camino correcto que toda nación necesita.
PUNTO CRITICO |
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