A los 33 años, Dorin siente que después de 6 años en el boxeo profesional y 13 años como aficionado, es hora de mirar hacia el final del camino y la mejor manera de llegar allí. Dorin estuvo calmado al hacer el recuento de su carrera, hablar de su familia, y estuvo dispuesto a dejar que la suerte decidiera el resultado de su choque con Callist.
"Soy un boxeador, pero a veces hay la oportunidad de encontrarse con alguien mejor que uno. Es así, así es la vida. El título está allí para todo el que esté listo a ser un verdadero Campeón. Yo estuve listo, ahora quizá sea él el que lo esté; ya veremos. Sé que entrené duro; si él es mejor pues así será." Dorin habló muy poco de su oponente de Panamá dirigiendo esas preguntas a sus entrenadores y promotores. "No lo conozco muy bien, no quiero hablar mal de él."
Lejos de ser un derrotista, la actitud de Dorin viene de una ética de trabajo y dedicación en donde maximizar el potencial completo de su no tan alta estatura. Está dispuesto conceder eso. Si lo derrotas entonces eres un oponente calificado y merecedor de un estrechón de manos y abrazo de felicitaciones. Hasta ahora, en 22 peleas profesionales, se mantiene invicto. |