Son varias las historias sobre la llegada del Nazareno a Portobelo, una de ellas cuenta que un barco que se dirigía a Cartagena, cada vez que intentaba salir de Portobelo era detenido por una violenta tormenta, y en el quinto intento casi sufren un naufragio, por lo que decidieron aligerar la carga, tirando al agua una enorme y pesada caja que llevaban en su bodega.
Seguidamente unos pescadores encontraron la caja y cuando la abrieron vieron que era un Nazareno, y lo llevaron al pueblo.
Otra cuenta que unos pescadores encontraron una caja en el mar durante una epidemia de cólera.
Dentro estaba el Cristo y lo colocaron en la Iglesia. Casi inmediatamente la epidemia se acabó y los enfermos se recuperaron rápidamente.
Una tercera asegura que la imagen de un Jesús Nazareno fue pedida por la Iglesia de Taboga a un proveedor en España, mientras que la Iglesia de Portobelo solicitó al mismo artesano una imagen de Santo Pedro. Resultando que San Pedro fue a dar en la Iglesia de Taboga y el Nazareno en Portobelo.
No hubo manera de subsanar la equivocación. De esta forma la comunidad lo interpretó como un mensaje divino y desistió de la idea de intercambiar las imágenes.