El piloto brasileño de Fórmula Uno Rubens Barrichello afirmó ayer que ha ganado el respeto de la crítica y la afición de su país al cabo de doce temporadas y está listo para proclamarse campeón.
Barrichello dijo que confía en que el próximo domingo, durante el Gran Premio Brasil, pueda romper la racha que hace diez años impide puntuar a los pilotos de su país en el circuito de Interlagos, en Sao Paulo.
Desde 1993, Barrichello apenas pudo terminar la prueba brasileña una vez, en 1994, cuando terminó en cuarto puesto al mando de un monoplaza del equipo Jordan.
El brasileño garantizó que la escudería italiana Ferrari le proporciona las mismas facilidades de que goza su compañero, el alemán Michael Schumacher.
"Hoy tengo un estatus en Ferrari y estoy preparado para ser campeón del mundo, como nunca estuve. Nunca tuve intención de hablar mal de Ferrari, y es en Ferrari que voy a ganar mi campeonato del mundo", subrayó. Barrichello criticó una vez más a la prensa brasileña que, a su juicio, no reconoce los logros de los deportistas brasileños.