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EDITORIAL
Los dineros de Juan Carlos
Los ediles capitalinos decidieron quitarle las llaves de la caja menuda al alcalde Juan Carlos Navarro. No podrá firmar un cheque, si antes no se da el visto bueno en el Consejo Municipal. La razón, un desequilibrio presupuestario espantoso, uno de cuyos peores síntomas, al decir de la concejal Astrid Wolf, podría ser que en la alcaldía nadie cobre su salario en diciembre.
Para Navarro quien, según las encuestas, durante estos dos años ha manejado con maestría su imagen de Peter Pan de la política criolla, esta decisión edilicia representa un golpe publicitario muy negativo, ya que se le deja ante la comunidad como quien votó el dinero por el desagüe de sus caprichos, y necesita que "la gente grande" ponga orden.
Lo que los representantes de corregimiento hicieron para contener el gasto municipal, podría compararse con lo que cualquier mortal haría cuando ve que el carro en que viaja se queda sin frenos camino a un despeñadero: saltar. Es una reacción automática, refleja... pero irreflexiva. Vieron arder el edificio, y se tiraron por las ventanas.
Según dicen los voceros de Navarro, desde el 23 de enero de este año se le venía diciendo a los concejales que la debacle era suceso seguro, y nadie movió un músculo. El Alcalde advertía que las recaudaciones estarían muy por debajo de lo normal y, según asegura su gente, nadie le hizo caso.
Otro argumento del equipo de Juan Carlos Navarro es que los concejales no han dicho ni media palabra en cuanto a los gastos municipales que corresponden a las Juntas Comunales, y que también son exorbitantes. ¿También serán revisados con lupa?
No se ha diseñado ninguna estrategia de recaudación más allá de la moratoria. La contención del gasto se le ha puesto como una camisa de fuerza sólo al Alcalde, pero ninguno de los ediles habla de las medidas de ahorro desde las Juntas Comunales y el Consejo Municipal mismo.
Lo que es evidente es que la Tesorería y el despacho alcaldicio son bandos más que adversarios, enemigos. Al primero le toca recaudar, y al otro usar el dinero recolectado. Siendo, como son, archirrivales, el carro de la municipalidad pronto caerá al vacío. Y a los ediles sólo les ha dado por saltar... dejando a Navarro adentro.
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PUNTO CRITICO |
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