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A pesar de la vigilancia policial en Darién, se insiste en la poca seguridad en las comunidades.  |
Cuatro civiles murieron hace unos 10 días en la comunidad de Juradó, a sólo una hora de Jaqué, en territorio panameño, producto de una incursión paramilitar, reveló Ricardo Castillo, del Programa de Inmigrantes de Asistencia Legal Alternativa (ALAP).
Indicó que se ha estado investigando con las asociaciones de derechos humanos del área y los afectados no pertenecen a los grupos que han retornado en los últimos días.
Sin embargo, reconoció que la situación pone en peligro los retornos voluntarios que se están llevando adelante, el segundo de éstos programado para el 12 de diciembre, pero "la situación demuestra que no hay seguridad en el área", expresó.
Sostuvo que se cree que algunas de las víctimas estuvieron en Jaqué hace un año, no obstante, aún se está en el proceso de averiguar la identidad precisa. A su juicio, lo más preocupante es que áreas como Bahía Solano, Buenaventura y Curiche son sectores donde están ubicados campamentos paramilitares y es a través de estas regiones que el Gobierno panameño está enviando a los que desean retornar a Colombia, "lo que es un peligro evidente para quienes quieren volver a su tierra porque uno de los puntos de llegada es un filtro de las políticas paramilitares".
Por otro lado, en un comunicado conjunto de la Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento (COHDES) de Colombia y ALAP, de Panamá, se exige a los gobiernos de ambos países que suspendan las repatriaciones hasta tanto se aclare la situación de estas personas en territorio nacional y se garantice su regreso a su suelo natal.
El documento insta al Gobierno panameño a modificar el Decreto Ejecutivo No. 23 de 1998 que otorga "protección temporal" a los refugiados, a adecuar la legislación interna a las normas internacionales del derecho de estas personas y a garantizarles un tratamiento humanitario. |
