El presidente ruso, Vladímir Putin, ordenó ayer el cierre de la base de espionaje electrónico de Lourdes, último residuo de la masiva presencia soviética en Cuba que permitió al Kremlin interceptar los planes de Washington contra Irak en 1991.
Un portavoz del Kremlin dijo a EFE que el cierre de Lourdes, en el suburbio de El Wajay al suroeste de La Habana, será "inmediato" y tendrá efecto "antes de fin del presente año".
Putin dijo en una reunión en el Ministerio de Defensa que "tras largas conversaciones, se ha considerado conveniente retirar el centro radioelectrónico" instalado en Cuba.
El presidente afirmó que las Fuerzas Armadas deben centrarse en los objetivos más prioritarios y "fundamentales" sin desperdiciar medios en otras "tareas secundarias". |