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Los ataques de la coalición EU - Gran Bretaña, continuaron ayer, aunque no se sabe cuándo será la incursión terrestre. Foto REUTERS  |
La guerra de Estados Unidos contra el terrorismo se volcó ayer miércoles al frente doméstico donde un atentado biológico dejó 34 personas en el Congreso expuestas a una mortífera enfermedad.
Mientras el Pentágono intensificó sus bombardeos de Afganistán en represalia por los atentados que mataron a 5.400 personas el 11 de septiembre, la atención del público se fijo con creciente alarma sobre los casos de carbunco (anthrax en inglés) causados por cartas contaminadas.
Esporas muy finas de carbunco fueron liberadas el lunes en el despacho del líder de la mayoría demócrata del Senado, Tom Daschle, y dejaron a 34 personas expuestas en un edificio a una cuadra del Capitolio. Las autoridades dijeron que los expuestos a la bacteria incluyen seis policías y tres empleados de la oficina de otro senador, aunque ninguna de las 34 personas están infectadas.
Hasta la fecha solamente tres personas han contraído la enfermedad, entre ellas la única víctima fatal, un editor fotográfico en un periódico publicado en Boca Ratón, Florida. "Esto es un acto horrendamente malvado. Realmente espero que los responsables sean llevados a la justicia", dijo el senador Harry Reid.
El senado decidió seguir sus sesiones, pero la cámara baja cerró hasta el martes próximo para permitir extensas revisiones de contaminación bacteriológica en el Capitolio.
La policía afirmó que no hay ninguna evidencia que vincule los casos de carbunco con Osama bin Laden, el militante islámico que Estados Unidos persigue en Afganistán por presuntamente enviar los comandos suicidas que estrellaron los aviones que destruyeron los dos rascacielos más altos de Nueva York y dañaron al Pentágono en Washington.
El presidente George W. Bush, quien partió a la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) en Shanghai este fin de semana en busca de respaldo a su guerra contra el terrorismo, sospecha que los atentados con carbunco tienen que ver con Bin Laden.
EU PULVERIZA OBJETIVOS AFGANOS
La aviación de Estados Unidos intensificó sus destructivos bombardeos sobre Afganistán, pero el líder del gobernante movimiento islámico Talibán llamó a sus seguidores a luchar hasta la muerte en una guerra santa contra el "gran infiel".
Las bombas cayeron sobre la capital Kabul y sobre Kandahar, la antigua capital de la monarquía y reducto del Talibán, que Estados Unidos busca derrocar por proteger a Bin Laden.
Tres bombas estallaron en los suburbios del norte de Kabul el miércoles en la tarde y las explosiones lanzaron hacia el cielo una gran columna de polvo y escombros que ensombreció la devastada capital, dijo un testigo.
En los hospitales de la ciudad, personal médico dijo que se admitieron 10 personas heridas tras los bombardeos de la mañana, incluyendo a dos niños. Un testigo vio al dueño de una tienda que había perdido una pierna debido a los bombardeos.
Un ataque alcanzó un depósito de combustible, obligando a tropas y tanques del Talibán a retirarse. El Talibán no ha dado un saldo de muertos, pero estimados basados en informes de Kabul señalan que habrían muerto 400 afganos desde que los bombardeos comenzaron el 7 de octubre.
Los ataques aéreos han desatado protestas en países islámicos, y críticas de mandatarios de gobierno musulmanes moderados, entre ellos el presidente de Indonesia Megawati Sukarnoputri y el primer ministro de Malasia Mahathir Mohamad, quienes asistirán a la cumbre de APEC.
LUCHA HASTA LA MUERTE
Con sus defensas aéreas en ruinas, el líder supremo del Talibán, el mulla Mohammad Omar dijo a sus seguidores que estaban luchando una "yihad" o guerra santa de la cual saldrían victoriosos, vivos o muertos. "Es una yihad contra el infiel como la que libramos contra los soviéticos", dijo Omar por radio a sus tropas, según informó la agencia de noticias Prensa Islámica Afgana.
Los ataques a Kandahar cortaron la electricidad de la ciudad sureña y fuentes dijeron que los líderes del Talibán estaban corriendo de un escondite a otro para evadir las bombas.
Australia dijo que enviaría 1.550 soldados, entre ellos comandos especiales, para unirse a las fuerzas de Estados Unidos y Gran Bretaña que montan la ofensiva militar en Afganistán, que se espera entre en su fase terrestre pronto.
TENSION ENTRE RIVALES NUCLEARES
El secretario norteamericano de Estado, Colin Powell, quien realiza una gira diplomática para acercar a los rivales India y Pakistán, dijo el miércoles que su país lucha contra todo tipo de terrorismo, incluido el que enfrenta India.
Pero su misión se complicó con renovadas tensiones entre los dos países que poseen la bomba atómica. Pakistán dijo que había puesto a sus fuerzas militares en estado de alerta máxima y acusó a India de movilizar tropas después de los Himalayas.
"Ahora tenemos información acerca de que India movilizó algunos militares y reubicó algunas fuerzas aéreas", dijo el general Rashid Qureshi, portavoz del presidente militar Pervez Musharraf.
"Las fuerzas armadas de Pakistán están plenamente conscientes de la situación y en estado de alerta máxima, listas para evitar cualquier acción", dijo Qureshi. India negó de inmediato que estaba movilizando fuerzas y calificó de fabricación las declaraciones paquistaníes.
Algunos militantes habrían sido entrenados en los campos de guerrillas que Washington busca destruir en Afganistán por ser la base de la red de grupos armados Al Kaidah de Bin Laden. |