Las tanquetas y el ejército se lanzan contra la multitud de indígenas en La Paz. El pandemonio cunde y mueren 50 personas. La violencia supera al diálogo, mermando toda posibilidad de tranquilidad.
Bolivia, un país de 8.5 millones de personas, es una nación subdesarrollada. Sus recursos mineros, como el gas natural, el cobre, manganeso y la plata, han determinado el destino de esta nación del altiplano.
La izquierda boliviana, dirigida por el cocalero Evo Morales, ha tomado la batuta para impedir que el gas natural de su país pase por Chile, con rumbo a EEUU.
Para los bolivianos, Chile es el enemigo clásico y nunca ha aceptado que La Paz vuelva a tener una salida al mar. Bolivia perdió su territorio costero durante la Segunda Guerra del Pacífico (1879-1884), que llevó a la firma del tratado limítrofe de Ancón en 1904.
Gonzálo Sánchez de Lozada, el presidente de Bolivia, está en un peligroso callejón sin salida. Parece escudarse más que por la fuerza del ejército que aceptar un diálogo con los opositores.
El referendo de consulta sobre el tema del gas natural de nada servirá si no hay una verdadera voluntad de negociar, sin que la bayoneta se interponga entre él y su pueblo, el cual es uno de los más pobres de nuestra América Latina. |