CUARTILLAS
Reacción

Milciades Ortiz Jr.
Cuando uno escribe algo es
para que "llegue" a la gente y motive alguna reacción.
Al menos, eso es lo que pretendo con la mayoría de mis artículos.
Por eso me gustó conocer que mi columna "Homenaje", sobre
el escultor de Chilibre, Carlos Arboleda, causó interés en
diversas personas.
Arboleda me localizó y contó de numerosas llamadas que
recibió de amigos y conocidos, quienes respaldaban mi idea de realizarle
un homenaje nacional, por ser uno de nuestros valores ciudadanos.
Esto me ha permitido insistir, sobre la necesidad de que en Panamá
haya mayor reconocimiento a quienes honran a la patria, tanto aquí
como en el exterior. Esas personas servirían de ejemplos positivos
para las futuras generaciones, que muchas veces no conocen de sus méritos
porque la historia se olvida fácilmente.
He pensado que también se debe hacer un homenaje al Dr. Diego
Domínguez Caballero, quien formó muchas generaciones de profesionales
universitarios. Sus clases de filosofía eran ejemplares, así
como su posición ante la vida y el futuro.
Recuerdo que años atrás, el Dr. Domínguez sostenía
que la educación universitaria debe tener sólida base "humanística".
Los nuevos enfoques educativos, que en su mayoría venían de
E.U., hicieron cambiar planes de estudios y disminuir la formación
"humanística" de nuestros universitarios.
No les extrañe que como ocurre en E.U., un experto técnico
sepa mucho de su especialidad, pero desconozca que "Panamá no
queda al lado de Brazil", como escuché decir una vez a un norteamericano.
Los estudios técnicos y de especialización valen poco,
si no se asientan en una formación básica humanística.
Esto lo sostuvo muchas veces, ese ilustre filósofo en la Universidad,
y escritos publicados en revistas y periódicos.
Por qué no hacerle otro homenaje al Dr. Baltazar Izasa Calderón,
experto en cuestiones del idioma? Aunque con muchos años a cuestas,
"don Balta" como cariñosamente lo llamaban sus amigos y
alguno alumnos "confianzudos", es merecedor de este reconocimiento
por los servicios prestados al engrandecimiento de la patria panameña.
Claro que otros me dirán que mencione entre los que son aptos
a estos homenajes de una patria agradecida, a los doctores Moscote y Ballard,
puntales de la educación panameña, con extensas hojas de servicios.
En lo personal, todavía añoro las charlas del Prof. Moscote
sobre "el sentido de la libertad en Mari tain..."
En música no hay que olvidarse de Roque Cordero, quien ha brillado
intensamente en el panorama extranjero con sus composiciones musicales.
Estuvo en Panamá luchando por hacer patria, pero se fue de lo que
llamó "este desierto cultural". No aguantó los obstáculos
burocráticos, las envidias, el enanismo intelectual de muchos de
sus compatriotas....y en E.U. desarrolló su genio!
Hermógenes de la Rosa y César Quintero, en la abogacía,
bien se merecen homenajes para que su labor sirva de ejemplo a las futuras
generaciones. Y lamentablemente ya falleció don Diógenes de
la Rosa, a quien la Universidad de Panamá nunca le confirió
un Doctorado Honoraris Causa, cosa que sí hizo con el presidente
chileno Eduardo Frei...
Sobre esta columna dedicada a Arboleda me escribió una carta Eduardo
José Burgos Ulloa, a quien ese escrito le causó "lágrimas
de alegría y de dolor", según dijo. Indicó que
fue uno de los colaboradores de Arboleda en la construcción de la
estatua "cabeza de Einstein" y se mostró de acuerdo con
un homenaje a su persona.
En lo personal, me alegra que haya gente en el país preocupada
por reconocer los méritos de otros. Añado ahora otra de mis
ideas: hacer un monumento al Inmigrante, en reconocimiento al aporte valioso
de muchos de ellos al desarrollo de Panamá. La asociación
de descendientes de italianos podría tomar la iniciativa....
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