A ORILLAS DEL RIO LA VILLA
Loor a los Pozos de Herrera
José de Jesús Crespo
El 19 de octubre, ya próximo,
Los Pozos estará celebrando el sesquicentenario de aquel acto histórico
cuando el general Tomás Herrera elevó a dignidad distritorial,
este espacio geográfico, enclavado en la Cordillera de Azuero.
Circunstancias endosables a la geopolítica, han impedido que nuestro
distrito se haya desarrollado, crecido y agigantado al igual que otras ciudades,
fundadas en la misma fecha. No obsante, el progreso es notorio, aunque relativo
y lento.
En Los Pozos distrito de Herrera
donde aún se conserva el folklor
el poceño trabaja y espera
la alborada de un día mejor.
De tal manera, reza la letra del himno Municipal; y sobre sus acordes,
viaja un mensaje a la niñez en ciernes, a la juventud airosa, a los
hijos todos, de sus campiñas grávidos de esperanzas en el
mañana promisorio.
Los Poceños tenemos razones para estar tristes, porque hacen falta
caminos y vías de comunicación hacia la montaña marginada;
tenemos razones para acongojarnos, porque nos urge un hospital que calme
un poco los sufrimientos de los más necesitados; tenemos muchos motivos
para llorar, porque gran parte de nuestra niñez, del pueblo y de
los campos, está desnutrida y vive en condiciones casi infrahumanas.
Pero, los poceños tenemos más razones, mayores motivos
para estar contentos, celebrar y divertirnos sanamente, porque somos gente
laboriosa, amamos el arte y la cultura y tenemos clara conciencia de que
los por venir, serán días mejores. Por eso, conmemoramos el
fasto distritorial y, en ese contexto, el Consejo Municipal impondrá
la medalla Roberto Cedeño a Secundino Pinto, poeta del Ojo de Agua
de Los Pozos.
Secundino es un miembro muy apreciado y muy querido de nuestra ANAPODE.
Es un joven excepcional, increíble, valioso, en proporción
a su impedimento físico, a su cruel enfermedad, a sus limitaciones
económicas. Como se sabe el poeta de Ojode Agua sufre de invalidez
física, a punto de perder completamente la visión, en una
silla de ruedas. Pero, es que Secundino Pinto no inspira lástima,
todo lo contrario, infunde respeto, admiración, alegría, deseos
de vivir, de producir, de arrancarle a la vida esa porción de grandeza
que a todos nos pertenece, como hijos privilegiados que somos de la creación
divina.
Este meritorio bate campesino, merece la tintas de otro comentario que,
gracias a la deferencia del amigo presidente de ANAPODE, vertiremos sobre
esta columna.

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AYER GRAFICO |
Boris Meléndez, de la escuela Pedro J. Sosa, fue alcalde infantil
de Panamá en el año 1976. |


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