Miércoles 14 de oct. de 1998

 








 

 


EDITORIAL
Control de los "diablillos amarillos"

El desenvolvimiento de la especialidad transportista dedicada al traslado de los niños y jóvenes estudiantes genera un negocio de sensitivas consecuencias, por servir al propósito de apoyo de las labores educativas y de divertimento juvenil, que organizado en gremios profesionales otorga a los "busitos amarillos", la importancia pública que tal quehacer titula.

Sin embargo, abusos reiterados, desórdenes en el manejo, expresiones descorteses de censurables vocablos, unidos a actos de criminalidad que envuelven muertes, lesiones, tocamientos y violaciones carnales, provocaron el reclamo ciudadano para cancelar tales despropósitos e imponer orden en esos menesteres, dándoles los sitiales de respeto y dignificación que amerita trabajar con menores.

En tal derrotero las autoridades del tránsito terrestre y la Policía Nacional adelantaron operativos dirigidos al saneamiento de los comportamientos en los "diablillos amarillos", cuyas resultas iniciales muestran un centenar de vehículos de transporte estudiantil, retenidos por comprobadas infracciones reglamentarias y legales, entre las que destacan las ventanillas y parabrisas cubiertos de papel ahumado; la dotación de componentes y otros artefactos sonoros en violación de los niveles de audición que previene la ley; asímismo, múltiples licencias vencidas y no adecuadas, en posesión de conductores que no alcanzan las edades previstas en los reglamentos; medidas que aplaude la ciudadanía que aspira mejores estadios al vivir citadino.

Sin embargo, propietarios de agrio hablar, con descomedidos gestos, y con amenazas de violencia física, protestan contra el saneamiento de los busitos escolares y provocan controversias ácidas, en las cuales emergen los propósitos egoístas de mantener vigentes sinecuras y los abusos ilegítimos.

Para el ciudadano común resulta inexplicable que en medio de este operativo sanitario de la policía nacional, se produzcan cambios de mando y traslados de las autoridades que los dirigían y hacían cumplir; situación que amerita aclaraciones precisas, para disipar las suspicacias y las conjeturas arbitrarias; en tal sentido, las jefaturas deben proferir las aclaraciones.

La lucha por adecentar la vida comunitaria y vecinal en Panamá pasa por afirmar los propósitos cívicos y patrióticos de hacer de nuestro país un lugar de valía; idóneo para cultivar las relaciones amicales, fraternas y vecinales; alejado de los abusos y extravíos sociales que ofenden las cortesías, los tratamientos y los respetos.

Ojalá el operativo de los "diablillos amarillos" se extienda a otras actividades sociales y se traduzcan en seguridad, ascenso y avance cultural y personal de nuestros jóvenes y niños, sometidos hoy a irrespetos, carencias y amenazas profundas.

 

 

 


 

AYER GRAFICO
Ismael (Cucho) Vallarino, Diputado coalicionista, se identificó con los estratos populares.


CREO SER UN BUEN CIUDADANO
Sin embargo, no me importan los terceros.


OPINIONES



 

 

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