Más de 400.000 encuestadores comenzarán hoy a elaborar el primer censo de población de Rusia desde la desaparición de la URSS, que el Gobierno considera clave para el diseño de sus políticas económicas, pero que choca con el recelo de la ciudadanía.
Según las autoridades, los resultados del censo, que recogerá datos hasta el próximo día 16, permitirán asimismo tomar en cuenta de manera más plena las particularidades de las regiones que conforman la Federación Rusa en el diseño de los programas estatales.
El primer ministro ruso, Mijaíl Kasiánov, ha declarado que el Estado garantiza la privacidad de los ciudadanos durante la elaboración del censo, que supondrá un gasto público de 6.000 millones de rublos o cerca de 190 millones de dólares. |