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Santiago Samaniego masacró al senegalés Mamadou Thiam, a quien venció contundentemente para llevarse el cetro mundial Jr. Mediano de la AMB.  |
El entrenador de boxeo Franklin Bedoya levanta los brazos hasta la altura de sus hombros y abre sus manos.
"Uno dos, uno dos", dirige a Tomás Infanzón, de 13 años, mientras el adolescente tira puñetazos a las palmas de Bedoya.
En el gimnasio Curundu, en los suburbios de la Ciudad de Panamá, el viejo equipo de entrenamiento está lejos de aquellos días de gloria de las décadas de 1960, 1970 y 1980, cuando Panamá dominó el boxeo latinoamericano.
"No tenemos guantes para entrenar aquí. Sólo nos conformamos con lo que tenemos", dijo Bedoya, sacudiendo sus doloridas manos.
Panamá, con una población de solamente 2,8 millones de habitantes, ha visto nacer a 21 campeones mundiales de boxeo en los últimos 38 años. Pero los boxeadores dicen que la nación centroamericana ya no producirá a algunos de los mejores pugilistas de peso liviano si el estado no restablece el apoyo económico que solía dar, especialmente a nivel amateur.
"Los boxeadores talentosos con esperanza no tienen la misma oportunidad que tuvimos en los años setenta. No tenemos el mismo gobierno respaldando el boxeo", sostuvo Eusebio Pedroza, quien ganó el título mundial de peso pluma en 1978 y se mantuvo con la corona por siete años.
En algunos gimnasios, los boxeadores saltan sobre neumáticos de autos para fortalecer sus piernas porque no hay dinero para comprar máquinas apropiadas. Aún así, Panamá se las arregla para producir boxeadores de campeonato mundial, como el ganador del título supermosca 2001 Pedro "El Rockero" Alcázar, fallecido en junio pasado.
EPOCA DORADA
Panamá presume actualmente de un campeón mundial: Santiago Samaniego, quien derrotó al senegalés Mamadou Thiam y ganó en agosto el título de peso superwelter. Pero los años en que Panamá se enorgullecía con uno o dos campeones anualmente quedaron atrás hace mucho tiempo.
"El evento más grandioso del año fue el retiro de Roberto Durán", afirmó Luis Espada, uno de los promotores de boxeo más exitosos de Latinoamérica. "Durán sin duda es el mejor boxeador de peso ligero que ha vivido", añadió.
Durán - el único boxeador en el mundo en haber peleado durante cinco décadas y uno de los cuatro en lograr cuatro títulos mundiales en divisiones diferentes - se retiró, a los 51 años, en enero luego de haber salido lastimado en un accidente automovilístico.
Conocido por el poder agresivo de sus golpes, Durán, quien creció en el humilde distrito de El Chorrillo en la Ciudad de Panamá y ganó su primer título en 1972, es considerado hoy en día un héroe nacional.
"El inspiró a todos a convertirnos en campeones mundiales", señaló Carlos Murillo, el ganador en 1996 del título mundial minimosca.
POCO DINERO
El gobierno de Panamá gasta 20.000 dólares al año en el boxeo amateur y, a pesar de la herencia pugilística del país, no envía equipo a las Olimpiadas ni a juegos regionales.
Funcionarios relacionados con el boxeo amateur dicen que la falta de apoyo del gobierno está matando al semillero de los campeones de mañana.
"Por primera vez en mucho tiempo la provincia de Colón, que es una mina de oro para boxeadores nuevos, el año pasado no participó en el torneo Guantes de Oro, que es lo más grande para los peleadores aficionados en Panamá", dijo Carlos Rodríguez, vicepresidente de la Asociación Nacional de Boxeo Amateur.
"No creo todavía que puedan conseguir un equipo para este año. No tienen los fondos", agregó Rodríguez.
La asociación estima que necesita al menos B/. 50 mil anuales para poder entrenar a alrededor de 12 jóvenes boxeadores que eventualmente se convertirían en profesionales.
Pero con un déficit presupuestario a nivel estatal, no hay planes de incrementar los fondos para el boxeo, advirtió el Instituto Nacional de Deportes.
Según Alberto Guerra, presidente de la Comisión de Boxeo de Panamá, la división entre profesionales y amateurs a nivel de entrenamiento es contraproducente.
"Los jóvenes no están surgiendo como quisiéramos. Los buscadores de talentos y los 'managers' profesionales harían mejor en mantenerse en contacto con los amateurs", dijo Guerra. "Estamos intentando arreglar eso", aseguró.
ÉXITO BAJO DICTADURA
El boxeo desembarcó en Panamá procedente de Estados Unidos durante la construcción del Canal de Panamá, entre 1904 y 1914. Rápidamente se convirtió en una forma de abrirse camino a golpes a partir de una vida humilde y se mantiene como deporte de clase media-baja.
Este deporte se expandió enormemente bajo el gobierno de Omar Torrijos, que gobernó Panamá desde 1968 a 1981. El militar construyó gimnasios de boxeo en la Ciudad de Panamá y Colón y estableció pensiones de retiro para los boxeadores que se jubilaban y salarios para los entrenadores.
"Había tiranía bajo Torrijos. Pero fue el único gobernador a quien le interesó al boxeo", dijo Santiago "El Mafia" Pérez, ex entrenador de Ismael Laguna, campeón mundial panameño de peso ligero de 1970. "El deporte floreció bajo Torrijos".
Hoy muchos entrenadores ganan una parte de lo que sus boxeadores ganan en una pelea con premio, que puede ser tan bajo como ocho dólares, según los entrenadores.
A pesar de ello, lo poco que el gobierno aporta parece hacer la diferencia. Un nuevo gimnasio construido por la alcaldía de la ciudad atrae a unos 50 boxeadores profesionales cada día y ex campeones enseñan a principiantes, incluyendo mujeres.
"Este gimnasio da esperanza a los boxeadores", dijo Rigoberto Riasco, campeón mundial de peso super pluma en 1976 y ahora entrenador. "Estas son facilidades completas".
El país tiene 125 boxeadores profesionales, seis de los cuales aparecen en los rankings mundiales. Se espera que varios boxeadores jóvenes ganen títulos mundiales en los próximos años. |