FAMILIA
Juegos que ponen en riesgo la visión

Tomado
De CNN
Pistolas de juguete, dardos o flechas pueden llevar a un accidentado desenlace. Parecen ser actividades inocentes, o bien objetos de uso diario con los que no se tiene mayor precaución. Sin embargo, ponen en riesgo la salud de los más pequeños. Así lo entienden muy bien los oftalmólogos de urgencia que deben reparar todo tipo de accidentes oculares en los niños. Pese a que no existen estadísticas que den cuenta del número de este tipo de lesiones, se sabe que son muy comunes. Afectan en distintas severidades, por lo menos una vez en la vida, a casi todos los menores de 15 años. Además, constituyen la primera causa de ceguera de uno de los ojos. Eugenio Maúl de la Puente, jefe del departamento de oftalmología de la Universidad Católica de Chile, explica que son los juegos con rifles y las pistolas con balines los que más amenazan con la pérdida de un ojo. El mismo efecto podrían tener aquellos que involucran todo tipo de lanzamientos, como dardos, flechas y hondas. Respecto de la forma en que se produce el accidente, se pueden clasificar las lesiones en distintos grupos. Las más importantes son: Contusiones oculares: incluyen todo tipo de golpes y traumas por proyectiles. Pueden ser piedras, borradores, lápices y todo tipo de útiles escolares, tan comunes de alcanzar vuelo en las "guerras" escolares. Lesiones cortantes: producidas por la manipulación de vidrios, cuchillos u objetos frágiles que a veces los mismos padres facilitan a los pequeños. Lesiones punzantes: producto de la mala manipulación de agujas, palillos, clavos, tijeras de punta y cortaplumas al alcance de niños. Además, pueden originarse heridas en los párpados y hemorragias oculares, que pueden complicarse más si el sangrado se produce en la cámara interior del ojo. "En estos casos, la hemorragia no es visible desde la parte externa, porque se produce dentro de la cámara o en el humor vitrio, con el riesgo real de perder la visión", explica el especialista. Por mucho que se desee prevenir un accidente, éste podría resultar tan sólo de un descuido momentáneo, ya que algunos químicos de uso doméstico al alcance de los niños también podrían ser los protagonistas. Cloro, ungüentos, pegamentos y remedios pueden ser algunos ejemplos. Al igual que otros, que incluso podrían ser fatales, como soda cáustica, amoníaco y ácido sulfúrico. Ximena Katz, oftalmóloga pediatra de la Clínica Las Condes en Santiago, Chile, explica que estas lesiones son las únicas en las que se recomienda que los padres intervengan con alguna acción antes de acudir a un centro asistencial. "Ellos deben limpiar con agua los ojos del afectado, inmediatamente, para diluir la sustancia que ocasionó la lesión y posteriormente acudir a un hospital", explica. También debe acudirse a un centro especializado si el niño presenta alguno de los siguientes síntomas: Mucho dolor y ardor, hemorragias, dificultad para tolerar la luz o fotofobia, hinchazón y lagrimeo de la zona. Sobre los síntomas que se pueden presentar, Maúl de la Puente explica que "cuanto más grave es la lesión, menos escándalo hace el pequeño", ya que en algunos casos se compromete el sistema nervioso y el niño sufre una especie de aletargamiento.
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Sobre los síntomas que se pueden presentar, Maúl de la Puente explica que "cuanto más grave es la lesión, menos escándalo hace el pequeño", ya que en algunos casos se compromete el sistema nervioso y el niño sufre una especie de aletargamiento.
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