CREO SER UN BUEN CIUDADANO
Sin embargo, pronunció palabras obscenas

En nuestro modo de hablar
la utilización de "palabras obscenas" se ha convertido
en algo supernatural y común.
Da mucha más tristeza que esas "palabras sucias" sean
aprendidas en el seno del hogar familiar. "Si mamá y papá
las usan", los hijos asumen que esto no es nada malo.
Tanta veces se pronuncien, las adoptamos como parte del léxico
diario.
Qué feo todavía escucharlas en boca de una mujer. La dama
deja de ser dama, y si se pronuncian frente a un varón, le resta
femineidad y quizás pierda un futuro pretendiente.
No conformes con decirlas, los ciudadanos las acompañan con gestos
vulgares. Esto testifica lo poco decente que se es.
Si Miguel de Cervantes Saavedra estuviera vivo se espantaría de
lo mal que se utiliza el idioma castellano, más cuando lo "desfiguramos"
con frases obscenas.
Ser buen ciudadano incluye mejorar el vocabulario. La próxima
vez que mantenga una conversación haga el fiel propósito de
no utilizar "malas palabras".

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