La vida de una señora de 60 años residente en el distrito de Gualaca corrió peligro este viernes, en el momento que decidió comerse un budín, que saber que estaba impregnado de una sustancia tóxica llamada Furadán, que uno de sus hijos había puesto en la casa para matar los ratones.
Después de comerse el budín, la señora, de apellido Morales, comenzó a sentir los primeros síntomas de intoxicación que produce el insecticida-nematicida que ingirió.
Los bomberos de Gualaca llegaron a la casa luego de una llamada y trasladaron a la señora en uno de sus vehículos, mientras se ponían en contacto con el personal de paramédicos de los bomberos de David, quienes salieron en la ambulancia e interceptaron el primer vehículo, para trasladar a la señora hasta el Hospital Regional de David.
Se dijo que la afectada por el tóxico, presentaba vómito abundante, ardor en la garganta y manifestaba irritación en el tracto digestivo, ya que se encontraba consciente y estable, al momento de su traslado al nosocomio, donde quedó recluida.
Actualmente la afectada se mantienen bajo observación médica hasta que presente mejoría.
Este es otro de los casos que evidencia el mal manejo que tienen las personas de estas sustancias tóxicas que pueden convertirse, por descuido como en este caso, en la trampa de muerte de cualquier ser humano. Hay que tener más cuidado con estas sustancias tóxicas.