La vida actual es complicada, diferente a la vivida por las generaciones del siglo pasado, y es precisamente por ello que la crianza de los hijos se dificulta. La confusión entre los padres, el no saber qué hacer ni cómo hacerlo, forma parte de una sociedad permisiva, en la que los hijos son quienes llevan la batuta y autoridad.
Esta es la conclusión de Angela Marulanda, psicóloga familiar colombiana e invitada especial del Centro de Ciencia y Arte, Explora, quien expuso algunas formas de cómo lograr que los hijos sean felices y triunfen.
Según ella, se saltó de las costumbres de vivir en un mundo urbano, con reglas claramente establecidas por los adultos, para llegar a un estado cibernético, en donde todo está permitido. Actualmente la identidad está marcada por un e-mail y los niños son más inteligentes, brillantes y vivaces.
En este cambio brusco se trastocaron los papeles, convirtiendo a los hijos en los jefes de familia, y a los padres en meros complacientes de las exigencias y los caprichos de los niños.
Precisamente allí es donde radica el problema. ¿Quién impone las reglas? y ¿cuáles son los errores que estamos cometiendo como padres?
SENTIRSE APRECIADOS Y ACEPTADOS
Una de las principales formas de lograr retroceder el casete y llevar el control es haciendo que los hijos se sientan apreciados y aceptados, pero de forma correcta.
En la actualidad, los hijos creen que lo merecen todo. La socióloga recomienda retomar la política de que todo lo que consiga debe ser ganado. Darle poco de lo que quiere y mucho de lo que necesitan.
Si quieren dulces, denles verduras y frutas; si piden juguetes, denles libros.
Nuestros padres no nos daban nada que no nos mereciéramos y uno lo disfrutaba más. "Denles poco y verán cómo aprecian y agradecen más", aconseja.
SER AMIGOS
Uno de los principales errores que cometen las jóvenes parejas es intentar de crear un vínculo de amistad con sus hijos. Con estas acciones los niños consiguen amigos-adultos, pero quedan huérfanos, ya que pierden a sus padres. El problema consiste en que no hay una metodología para llegar a entablar la relación buscada. Si quiere una comunicación como tal, tiene que hacerle saber a su hijo que quien manda es usted.