Una nueva ofensiva contra reductos de Al Qaeda ha sido lanzada por más de mil soldados iraquíes y de EEUU junto a la frontera con Siria, donde parece que la red terrorista siempre consigue recuperarse tras las sucesivas campañas militares.
Los bombardeos lanzados en las últimas horas sobre Saida y la vecina Al Karabela han causado diez muertos, según informó la emisora de radio "Dar al Salam" del Partido Islámico de Irak (suní).
Además, varios testigos locales, citado por televisiones árabes, han informado de que aviones y helicópteros que participan en la ofensiva han atacado a varios coches civiles y que varias personas han muerto o resultado heridas.
La campaña militar comenzó a primeras horas de la mañana de ayer en la pequeña localidad de Saida, ubicada en las inmediaciones de Al Qaim, a apenas doce kilómetros de la frontera con Siria, en la convulsa provincia de Al Anbar, baluarte de la resistencia, informó el mando norteamericano.
"La operación militar "Puño de hierro" tiene el objetivo de eliminar a los miembros de Al Qaeda y los combatientes extranjeros", precisa un comunicado.
