Qué pena. Rihanna no tiene ni la mínima idea de cómo se debe ir vestida a una iglesia. Pueden creer que la cantante en su visita a Venecia se le antojó visitar la Basílica de San Marcos, pero por el semivestido señido al cuerpo y escotado que llevaba le negaron la entrada.
Ante esta situación, la cantante no tuvo más remedio que cubrirse con unas telas para poder entrar. Aparte de su interés turístico, la cantante de Barbados se encontraba en la ciudad de los canales para acudir a la boda de su mánager, Marc Jordan. Lo cierto es que la chica pudo disfrutar de un paseo en góndola.