Michael Jackson sólo tiene tres meses de fallecido y ya su progenitor anda parrandeando. Imagínense que el dueño de una carpa de la Oktoberfest, la tradicional feria de la cerveza que se celebra actualmente en Múnich, le prohibió la entrada a su local al padre de Michael Jackson, Joe Jackson, por considerar que debería guardar luto en lugar de estar de fiesta.
El propietario de dicha carpa, Sepp Krätz, explicó en declaraciones a la edición en Internet del semanario Stern que decidió denegar una solicitud de reserva de Joe Jackson porque no lo considera decente. "No se puede estar festejando alegremente cuando se ha perdido hace poco a su propio hijo. No está bien", dijo Krätz. El empresario justificó tan drástica medida con el argumento de que quien "se comporta de forma indecente, no tiene nada que buscar aquí".