No había parado de llover en los ojos de Roberto Durán, quien ayer acudió a la despedida de aquel gran hombre con el cual "Mano de Piedra" se sintió identificado: el ex presidente Guillermo Endara.
"Era un buen hombre, siempre me atendió bien. Hay tristeza en el pueblo. Yo estoy triste. Todos estamos tristes", destacó el mejor boxeador de Latinoamérica.
En el adiós de Endara, estuvo el más grande atleta tricolor, dando un adiós sincero, bajo la tarde triste de un Panamá que extraña a uno de sus hijos.