Además de hacinamiento, las cárceles de Penonomé y Aguadulce registran proliferación de ratas, cucarachas y falta de ventilación.
Dicha denuncia la efectuó la Defensoría del Pueblo en Coclé, que aprovechó la ocasión para solicitar la construcción de nuevas instalaciones.
Paul Bouche, jefe Regional de la Defensoría del Pueblo en Coclé, dijo que es necesario que se evalúe la posibilidad de construir nuevas cárceles para los internos de Aguadulce y Penonomé, considerando las condiciones infrahumanas en que viven estos privados de libertad, sobre todo, los de Aguadulce que viven entre aguas negras, ratas y cucarachas.
Estas declaraciones no fueron bien recibidas por Julio Pinzón, gobernador de Coclé, quien alegó que la entidad es inoperante y que el dinero que se invierte en ella debería ser utilizado para mejorar la situación de las cárceles del país.