Uno de los nietos del ex presidente Guillermo Endara, Javier Yap Endara, tuvo una de las intervenciones más emotivas. Resaltando que su abuelo fue "un hombre feliz que murió feliz", destacó: "No sé si estarán de acuerdo conmigo que fue el mejor Presidente, pero sí les digo que fue el mejor abuelo, y lo voy a extrañar".
LE TIEMBLA LA VOZ
A Menalco Solís le temblaba la voz al recordar a su mejor amigo en la última intervención de la misa. "Sobre todo, a Guillermo Endara se le reconocerá que hasta el último día de su vida fue un luchador. Luchó por el país que soñó".
Y enumeró todos esos logros: los exilios, la cárcel y las vejaciones sufridas durante la dictadura, el despojo de las elecciones de 1989 y el reto de dirigir un Gobierno en un ambiente tenso y de desconfianza de la ciudadanía.
"Endara tuvo tres amores: Marcela (su única hija), Ana Mae y el pueblo. A su esposa la amó intensamente, y ella lo reciprocó con un amor sin límites. Él mereció el amor que tú le regalaste", dijo a la viuda.
"Lloremos su partida, pero celebremos su vida". Y eso fue precisamente lo que hicieron los presentes al salir el féretro. Los pañuelos blancos comenzaron a ondear, las notas de la Marcha de Panamá comenzaron a sonar, al igual que los vítores.
Durante su vida, Guillermo Endara Galimany recibió toda clase de sobrenombres. "Cuchungo", "Pan de Dulce" y "Pichulo" fueron solo unos de ellos. Desde ayer, la gente comenzó a referirse a él como el "Padre de la democracia panameña".