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La campaña para las elecciones presidenciales en Brasil entró ayer en la recta final con el socialista Luiz Inácio Lula da Silva consolidado en el primer lugar en las encuestas y los demás aspirantes empeñados en forzar una segunda ronda electoral.
Los últimos cinco días que los candidatos tendrán para conquistar y consolidar votos, sea en actos de campaña o con sus propagandas electorales en los medios, se inician con una gran distancia entre el favorito Lula y sus tres principales oponentes.
El 6 de octubre los brasileños acudirán a las urnas para elegir, además de un nuevo mandatario, a los 27 gobernadores de los estados y renovar a las cámaras legislativas. Tres días antes se suspenderá la campaña proselitista.
Da Silva está muy cerca de obtener la mayoría absoluta de los votos en las elecciones presidenciales del próximo domingo en Brasil, según señala un nuevo sondeo de opinión pública divulgada ayer.
La intención de voto por el candidato del opositor Partido de los Trabajadores (PT), la principal fuerza izquierdista del país, subió del 41 al 43 por ciento en la última semana, según la encuesta del instituto Vox Populi y encomendada por el diario "Correio Braziliense".
Ese porcentaje equivale al 48 por ciento de los votos validos, descartados los nulos y blancos, y deja a Lula a pocos pasos de la victoria definitiva en una primera vuelta electoral.
La legislación electoral brasileña prevé que los dos candidatos más votados en la primera vuelta se enfrenten en una segunda votación, que sería el 27 de octubre, en caso de que ninguno obtenga la mitad más uno de los votos válidos.
Los resultados de la encuesta de Vox Populi confirmaron las tendencias ya evidenciadas por el sondeo divulgado el pasado sábado por la firma Datafolha y que mostraban un crecimiento de Lula y un estancamiento o una caída de sus rivales.
Para Datafolha, sin embargo, el candidato socialista ya tendría el 49 por ciento de los votos válidos.
De acuerdo con Vox Populi, al contrario de Lula, el oficialista José Serra, el candidato apoyado por el presidente Fernando Henrique Cardoso y preferido por los grandes empresarios, vio su intención de voto caer en una semana del 19 al 18 por ciento entre los cerca de 115.2 millones de electores brasileños. |
