CUARTILLAS
Negativo

Milcíades A. Ortiz Jr.

Siempre he dicho que es mucho más fácil estar en la oposición que en el gobierno, haciendo las cosas que uno prometió si alcanzaba el poder.

En mi vida estudiantil y profesional ha criticado bastante situaciones negativas. He tenido la suerte de ocupar, en pocas ocasiones, puestos donde se pueden hacer acciones para mejorar las condiciones de algunos sectores sociales.

Y me he encontrado con una serie de obstáculos que mucha gente no tiene idea que existen. Parece que fuera un pecado hacer que la gente sea honesta, que trabaje y se gane el dinero que le pagan (romper la burocracia lenta y angustiosa es una odisea), etc.

Además, no le extrañe que cuando alcance una de esas posiciones de mando, se encuentre que la gente le sale huyendo al llegar la hora de trabajar para realizar cosas.

Resulta que hay personas que son hábiles en ver lo malo, en criticar, pero que no tienen el menor deseo de trabajar para realizar algo positivo. Yo los llamaría expertos de lo negativo, duchos de los "contras", pero pocos dispuestos y capacitados para realizar obras y promover cambios sociales.

Por eso considero que hay que darle oportunidades a las personas para que puedan realizar aquellas cosas que ahora tanto critican, para ver si son capaces y tienen la disposición de hacerlo.

Conozco el caso de un notable sujeto famoso por oponerse a todo. Es lo que he llamado en otros escritos un "contreras profesional", porque está en contra de todos y todo. Pareciera que él es el único panameño honesto, trabajador y serio. Los demás somos esto y aquello, ya sea que nos encontremos en el gobierno o en la oposición.

Pues bien: hace años ese sujeto tuvo la oportunidad de ocupar un altísimo cargo de responsabilidad. Desde allí pudo haber hecho cambios, mejoras a la administración de una institución muy importante del país.

Sin embargo, apenas estuvo sentado en el poder desarrolló una actitud de suficiencia, de mandamás tiránico, de "impoluto", de creerse "la mamá de Tarzán" (como dicen en Cerro Viento), que causó resquemor entre amigos, conocidos y subalternos.

Su actitud era irritante, pues pasaba por sobre las líneas jerárquicas y quería mandar a todo el mundo. Se sentía prepotente, dueño único de la verdad, el único funcionario serio y honesto de "toda la bolita del mundo amén".

Sin querer queriendo, desarrolló una personalidad autocrática, muy parecida a la que tenían antiguos funcionarios de la dictadura militar que él combatió tanto.

No sé si fueron las alturas las que lo marearon, o sencillamente se trataba de su verdadera personalidad, que ahora afloraba al ocupar un cargo de importancia administrativa.

A lo mejor su actitud era producto de un complejo de inferioridad, que disfrazaba detrás de una cortina de luchador por la Democracia, los valores cívicos, derechos humanos, etc. Pero dentro de su personalidad real, anidaba el hombre soberbio, que se cree predestinado por los dioses para dirigir a los otros como si fuéramos ignorantes y deshonestos.

No duró seis meses en el alto cargo y lo tuvieron que botar con el alivio de decenas de sus subalternos. Por supuesto que como pensarán Uds., volvió a su papel de criticón, de luchador contra las injusticias sociales. Tal vez esa es la posición social que más le conviene, ya que no sabe cómo dirigir a un grupo de subalternos, ni administrar una institución compleja y seria.

¿Cuántos sujetos como el de mi ejemplo existen en Panamá? Hay que tener cuidado con estos negativos, estos "contreras", que luchan por llegar al poder, para después tener una actitud perjudicial a los demás.

 

 

 

 

 

 



 

AYER GRAFICO
Equipo de beisbol profesional Spur Cola representó a Panamá en la Serie del Caribe.


CREO SER UN BUEN CIUDADANO
Sin embargo, soy irresponsable al cruzar las calles.


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